Friday, August 7, 2009

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Monday, July 6, 2009


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Extracto del libro
"LA PENETRACIÓN CASTRO-ESTALINISTA"
de Robert Alonso

Durante la primera mitad del Siglo XX, varias compa
ñías fruteras estadounidenses – como la United Fruit Company, la Standard Fruit Company y Cuyamel Fruit Company – hicieron rápidamente del banano la principal exportación del país a cambio de grandes concesiones.

De esta forma Honduras entró en el mapa mundial del comercio. Fue durante esa época que, tanto Honduras como Guatemala y Costa Rica, adquirieron el seudónimo peyorativo de “banana republics” (“repúblicas bananeras”)

En la segunda década del Siglo XX, desapareció el Partido Conservador y se formó el Partido Nacional, siendo fundado en 1918, desde ese entonces hasta el presente hay dos partidos políticos principales en Honduras: el Partido Liberal de Honduras y el Partido Nacional de Honduras.

Las pugnas iniciales entre la United Fruit Company y la Cuyamel se expresaban más allá de la simple competencia de ventas sino en el plano político y militar. La Cuyamel se apoyaba en los liberales y la United en los nacionalistas.

Para 1924, Honduras era ya el primer exportador de banano en el mundo. El problema en ese entonces era que las grandes ganancias se las quedaba la United Fruit Company. Estados Unidos mandó a sus marines para controlar un conflicto civil; diversas voces protestaron reclamando la soberanía nacional, también lo hicieron muchas mujeres como Visitación Padilla, quien luego sería una tenaz opositora al la dictadura del General Carías.

Estas pugnas culminarían cuando la United Fruit Company adquirió Cuyamel en 1929, convirtiéndose así en la mayor propietaria del país, resaltando la figura del bielorruso Samuel Zemmuray, quien había sido propietario de la Cuyamel.[]

Desde 1929 hasta 1933 fue presidente de Honduras el médico, narrador y político Vicente Mejía Colindres, del Partido Liberal, quien tuvo que bregar con los efectos de la depresión económica mundial. También se enfrentó al problema de los poderes legislativo y judicial, los cuales estaban en manos de la oposición y se oponían sistemáticamente a sus planes de administración. Durante su presidencia hubo – sin embargo – una amplia libertad. Fue sucedido, luego, por el General Tiburcio Carías Andino, del Partido Nacional.

La fusión de las dos grandes compañías bananeras, permitió la llegada al poder del General Carías Andino en 1932. Bajo el mandato de este presidente, Honduras comenzó a respirar un período de estabilidad social y económica, pero a un altísimo precio.

El presidente Carías amplió su periodo de gobierno haciendo uso de la represión – como medida para centralizar el poder – y extender así su período presidencial – dictatorial – que duró desde 1933 hasta 1949.

En 1957, el liberal Ramón Villeda Morales fue elegido presidente constitucional. Durante su gobierno, Honduras entró en el Mercado Común Centroamericano e inició programas para una timorata reforma agraria y la ampliación de la educación. Su política provocó la desconfianza de los conservadores en Honduras, quienes apoyados por el macartismo (entonces muy de moda) y tras el triunfo del castro-estalinismo en Cuba, provocaron en 1963 un golpe de estado en contra de Villeda Morales. En su lugar, los conservadores ubicaron al Coronel Oswaldo López Arellano. Estos hechos marcaron el comienzo de un largo período de dictadura militar de derecha en Honduras, apoyado – abiertamente – por Estados Unidos.

López Arellano gobernó el país desde 1965 hasta 1974. La frágil economía hondureña se debilitó aún más durante su régimen dictatorial. La fuerte emigración de más de 300.000 salvadoreños aumentó el desempleo en el país lo que terminó en la mal llamada: “Guerra del Fútbol” (o “Guerra de las 100 horas”) en 1969.

La mal denominada “Guerra del Fútbol fue llamada así por la coincidencia de este hecho con los derivados de un partido de fútbol que enfrentó a las selecciones nacionales de Honduras y El Salvador, debido a las eliminatorias a la Copa Mundial de Fútbol de 1970. El nombre de “Guerra del Fútbol” lo colocó un periódico mexicano para vender más ejemplares. En ella se evidenciaron las tensiones políticas entre estos dos países, que finalmente los llevaron a un conflicto armado. Fue una “guerra” breve, la cual duró sólo 6 días. La situación social en ambos países era explosiva y se buscaba por parte de los militares gobernantes una salida conveniente para los grupos en el poder político de cada país.

A pesar de ser considerada una victoria por parte del estado hondureño, la así llamada “Guerra del Fútbol” logró demostrar la debilidad del ejército hondureño al igual que su corrupción debido al hecho de la existencia de varios soldados "fantasmas", soldados que aparecían como soldados asalariados en los registros pero que no existían. El fraude y la corrupción debilitaron la efectividad militar del ejército hondureño y de no haber contado con el apoyo norteamericano a la Fuerza Aérea, que consistía en la donación de varias aeronaves, además de su apoyo en el fallo otorgado a favor de Honduras en la Organización de Estados Americanos (O.E.A.), hubiese terminado en derrota.[]

En 1974, López Arellano, durante su segundo régimen de gobierno y tras promover algunas reformas, fue acusado de haber sido sobornado por la United Brands (sucesora de la United Fruit Company), lo que provocó un golpe de estado liderado por el Coronel Juan Alberto Melgar Castro. Tres años más tarde, este coronel fue depuesto y en su lugar arribó al poder un triunvirato militar, desde donde surgió el liderazgo del Coronel Policarpo Paz García.

Con el triunfo de la Revolución Sandinista en Nicaragua, Centroamérica comenzó a vivir un período de inestabilidad política y social. Esto provocó que el gobierno de Washington presionara a Paz García para que éste permitiera elecciones libres en Honduras.

Las elecciones legislativas se llevaron a cabo en 1980 y un año más tarde, resultó electo, constitucionalmente, Roberto Suazo Córdova. Este presidente dio paso a la Constitución de 1982.

A partir de esta época se inició una etapa de terror, búsqueda y eliminación de elementos de la izquierda, lo cual todavía es un tema tabú en la sociedad, marcando así el inicio de una nueva era en la política hondureña. Un grupo, llamado El Grupo Facusse”, propuso que Honduras se convirtiera en un Estado Libre Asociado de Estados Unidos, al estilo de Puerto Rico.

Durante el gobierno de Córdova, Estados Unidos – a través de su base en Palmerola – usó el territorio hondureño como base de los contrarrevolucionarios nicaragüenses – los llamados “Contra” – con el fin de deponer al gobierno castro-estalinista de Daniel Ortega en Nicaragua. Esta política continuó a lo largo del gobierno liberal del presidente José Azcona Hogo. El gobierno estadounidense le prestó a Honduras una ayuda financiera sin precedentes. Sin embargo, ésta fue utilizada, en su mayor parte, para fines militares y en detrimento de la economía del país.

En 1990 llegó al poder el nacionalista Rafael Leonardo Callejas. Este presidente puso en marcha un experimento en la economía conocido como el Plan de Ajuste (o Reordenamiento Económico) dentro del marco de las políticas neoliberales propuestas por el entonces-presidente Ronald Reagan y primera ministra británica Margaret Thatcher, de acuerdo a los planteamientos de Milton Friedman. Sin embargo, éste tuvo consecuencias desastrosas a corto plazo. La economía entró en crisis y con un serio déficit fiscal y comercial que causó el empobrecimiento de la clase media. El descontento no se hizo esperar y en 1994 resultó electo el liberal Carlos Roberto Reina.

Carlos Roberto Reina reajustó estructuralmente la economía y tuvo algunos resultados positivos en sus primeros meses de gobierno, pero al final de su mandato, el país terminó igual o peor que cuando estaba Callejas Romero en el poder. El gobierno liberal de Reina, también se caracterizó por la abolición del servicio militar obligatorio y la reestructuración de las Fuerzas Armadas. A través de estos cambios, Reina se encargó de desmontar el poderío militar en el país.

El presidente Carlos Roberto Reina le entregó el poder al liberal Carlos Flores Facussé. En los inicios de su gobierno el huracán Mitch azotó duramente a Honduras, en uno de los peores desastres naturales que jamás hayan golpeado a este país centroamericano. El huracán dejó pérdidas materiales por más de 3mil millones de dólares y ocasionó unos 10mil muertes. Tras ello ascendió al gobierno el ex presidente del Banco Central de Honduras durante el régimen de Callejas Romero, el empresario Ricardo Rodolfo Maduro Joest, quien mantuvo la línea de política económica neoliberal, logrando que, dentro del marco de la H.I.P.P. (siglas en inglés de la Política de Países Pobres Altamente Endeudados), se condonara gran parte de la deuda externa del país.

Las primeras elecciones del Siglo XXI marcaron el regreso al poder del Partido Nacional de Honduras, con Ricardo Maduro. El candidato nacionalista, se alzó con la victoria el 25 de noviembre de 2001 con el 52,2% de los votos, contra el 44,2% que obtuvo Rafael Pineda Ponce, su principal contrincante. Los otros tres candidatos de los partidos minoritarios apenas sumaron el 4%. Mientras que en las elecciones legislativas, el Partido Nacional de Honduras obtuvo 61 de los 128 diputados al Congreso Nacional.

Durante su campaña electoral, Maduro había prometido grandes avances en la economía del país. Aunque el mandatario tuvo cierto grado de éxito durante los años 2004 y 2005, con crecimientos del 5% y del 4,2% respectivamente, sus promesas quedaron cortas. En el campo legislativo, Maduro se encargó de promulgar leyes en contra de la delincuencia y más específicamente, en contra de los grupos pandilleros.

Su modelo de leyes en contra de estos grupos, fue luego imitado por los gobiernos de Guatemala y El Salvador. Sin embargo dicha ley fue declarada inconstitucional por el gobierno de Manuel Zelaya, lo que incrementó la violencia producida por el hampa común en el país.

Debemos acotar, sin embargo, que la violencia en el país es de origen estructural, asociado a los muy bajos niveles de desarrollo humano o a la pobreza extrema vigente.

En el año 2006, Maduro le entregó el poder al liberal Manuel Zelaya Rosales, quien resultó vencedor el 7 de diciembre de 2005. En el conteo final, Zelaya Rosales se llevó la victoria con el 49.9% del electorado y asumió el cargo en enero del año siguiente (2006).

Durante su administración, incorporó a Honduras a la “Alternativa Bolivariana para las Américas” (A.L.B.A.), aliándose – al menos “ideológicamente” – a la línea socialista de Hugo Chávez.

El tema dominante en el primer año de Zelaya al frente de su gobierno fue la reducción del costo del petróleo en Honduras. Fue ese empeño en reducir el costo petrolero que lo acercó a la Venezuela de Hugo Chávez. PETROCARIBE comenzó a suministrarle carburantes a Honduras a crédito, con un pago inicial del 50% y la otra parte pagada en 25 años con el 1% de interés. Esta alternativa, sin embargo, fue duramente criticada por la derecha hondureña, bajo el argumento que era negociar con un dictador.

El castro-estalinismo, a través de su gran financiadora – Venezuela – estaba penetrando otro país del sub-continente americano, sin disparar un solo tiro. Los convenios sociales, deportivos, etc, están en cartera. No cabe duda alguna que esta asociación generará una fuerte polarización nacional, creando inestabilidad política y, al final: socioeconómica.





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